Militares norteamericanos seguirán en Afganistán más allá del 2016
Militares norteamericanos seguirán en Afganistán más allá del 2016

El presidente  anunció ayer la permanencia de miles de soldados en  más allá de 2016, al considerar que las fuerzas afganas aún no son suficientemente fuertes para garantizar la seguridad del país.

Esta “modesta pero significativa extensión de nuestra presencia (...) puede hacer una gran diferencia”, apuntó Obama desde la Casa Blanca, al confirmar el mantenimiento de 9800 efectivos en Afganistán “durante gran parte de 2016”.

CONFLICTO. Ese contingente bajará a unos 5500 para fines del año próximo o inicios de 2017, especialmente en un pequeño número de bases en Bagram (cerca de Kabul), Jalalabad (este) y Kandahar (sur).

Aunque los combates acabaron oficialmente hace 10 meses, la decisión de prolongar una intervención estadounidense, que acumula 14 años, es una derrota para el presidente, quien fue electo con la promesa de acabar con las guerras de Iraq y Afganistán.

Tras el anuncio, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se felicitó por la decisión de Obama y subrayó que será “crucial” continuar apoyando a las fuerzas afganas.

Pocas semanas después de los atentados de 2001 en Nueva York y Washington, una coalición liderada por Estados Unidos lanzó una masiva ofensiva militar en Afganistán por la negativa del régimen talibán de entregar al líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

En 13 de años, Estados Unidos llegó a tener 100,000 efectivos en combate y hasta que el conflicto terminó oficialmente en 2014, más de 2300 soldados perdieron la vida y otros 22,000 resultaron heridos.

Desde entonces, la Casa Blanca fue reduciendo el número de uniformados y hasta ahora el plan era que los casi 10,000 militares actualmente en el terreno se redujeran a solo unos 1000 a fines de 2016.