“Más de media hora de espera, pero ha merecido la pena”, comentan a Efe Alina e Igor tras abandonar uno de los pocos establecimientos de McDonald’s que aún funcionan en la capital rusa y que bajarán la persiana de un día para otro debido a las sanciones occidentales contra este país por la campaña militar en Ucrania.
En la cola para comprar en el “último McDonald’s”, como lo ha bautizado un grupo de jóvenes que espera su turno, hay decenas de personas.
La mayoría de los congregados cerca del popular local, ubicado en el territorio de una estación de trenes capitalina, son adolescentes o padres con hijos, pero también hay parejas adultas.
Tatiana y Maxim tienen alrededor de cincuenta años y confiesan que McDonald’s es uno de sus lugares favoritos.
“Últimamente no veníamos mucho, no como hace 20-30 años, cuando éramos unos chavales, pero ahora que cierran había que despedirse”, dice Tatiana.
Foto de recuerdo
Muchos amantes del McDonald’s quieren inmortalizar lo que puede ser su última visita a un local de la famosa cadena.
Así, varios jóvenes que se alejan de las cajas con un refresco y una hamburguesa sacan enseguida sus móviles para posar con la comida recién adquirida en un selfi.
Otros piden a sus amigos que les hagan una foto hincando el diente en un Big Mac.
“Hazme otra, hazme otra”, pide un chaval, mientras sus amigos no paran de reír y sugieren al protagonista de la foto hacer diferentes muecas.
Borrón y cuenta nueva
Pese a la efusiva despedida del McDonald’s, muchos ciudadanos se prepararan para dar la bienvenida a su misterioso sustituto ruso.
Y es que los 850 restaurantes de la cadena fueron comprados este mayo por el empresario ruso Alexandr Govor, quien ya operaba 25 establecimientos de McDonald’s en Siberia.
El nuevo dueño planea conservar el menú antiguo. Al menos así lo harán los establecimientos ubicados en Moscú, prometió esta semana el alcalde capitaliano, Serguéi Sobianin.
Se espera que el primer “McDonald’s ruso” abra sus puertas el próximo 12 de junio, coincidiendo con el Día de Rusia, una fiesta nacional en este país.
Eso sí, hasta ahora no se conoce es el nombre del nuevo negocio de comida rápida, que no podrá reproducir la legendaria letra M en su imagen publicitaria.
Adiós, viejo amigo
McDonald’s abrió su primer restaurante en Rusia en 1990, poco antes del derrumbe de la Unión Soviética, lo que lo convirtió para muchos en un precursor de la caída del “telón de acero”.
El primer restaurante de la cadena estadounidense apareció en la plaza Púshkinkaya, en pleno corazón de Moscú, y fue abarrotado por entonces ciudadanos soviéticos, deseosos de probar las famosas hamburguesas de las que tanto habían oído hablar.
En las siguientes tres décadas los restaurantes de McDonald’s acompañaron a los rusos durante todas las turbulencias internas y externas y llegaron a ganarse buena fama entre familias con niños, automovilistas, oficinistas y muchas otras categorías de trabajadores que buscaban hacer una pequeña pausa de sus quehaceres diarios en el frenesí de las grandes ciudades.
Pero en la primavera de 2022 la cadena anunció su marcha definitiva del país debido a la campaña militar rusa en Ucrania.
En McDonald’s Rusia explicaron a Efe que la venta del negocio prevé la conservación de los puestos de trabajo de decenas de miles de empleados de la cadena en Rusia.
Una portavoz del grupo señaló que el McDonald’s ruso cuenta con unos 60.000 trabajadores, incluidos los que trabajan en sus franquicias, y que todos ellos tendrán vía libre para continuar su relación laboral con la nueva marca.
“Adiós, viejo amigo. El mundo ya no es el mismo por mucho que nos cueste asimilarlo, pero tener en la mano una hamburguesa de siempre ayuda a mantener esa efímera sensación de estabilidad”, escribió un moscovita en un foro, cuyos miembros participaban en la elección de nuevos nombres para el sustituto de McDonald’s.
Fuente: EFE