Mutilación genital femenina se resiste a desaparecer de Egipto
Mutilación genital femenina se resiste a desaparecer de Egipto

Prohibida desde hace más de cuatro años en Egipto, la ablación genital femenina se resiste a desaparecer del mapa gracias al apoyo de parte de la población y de políticos islamistas, lo que ha despertado la inquietud de asociaciones y organismos internacionales.

En el barrio de Jairala un grupo de mujeres comparte experiencias sobre situaciones que deben enfrentar a diario, desde los matrimonios y embarazos a una edad temprana hasta la falta de educación y seguridad en general. La mutilación genital también forma parte de sus vidas.

Ahlem (13) recuerda que tenía 9 años cuando su familia la llevó a su pueblo y la dejó en manos de una comadrona, quien le extirpó el con una navaja. Ni siquiera el spray utilizado le alivió lo más mínimo el dolor, durante dos semanas estuvo sufriendo una fuerte hemorragia, a pesar de que le colocaron las cenizas de un horno a modo de remedio.

"Mi madre me explicó que me iban a quitar una parte de mi cuerpo que no era necesaria y mi padre me dijo que no quería que yo destruyera la familia", contó la pequeña.

Latifa Abdalá, dueña de una pequeña tienda de ultramarinos, que vio cómo a sus cuatro hijas le practicaban la ablación por "insistencia" de la abuela y ahora lucha por erradicar la mutilación aconsejando a sus vecinas.

PREJUICIOS. La trabajadora de la ONG Plan Internacional, Mona Hasin, dijo que se trata de superar prejuicios que llevan a pensar que la ablación reduce el apetito sexual y la infidelidad en las mujeres, e incluso que sus cuerpos sean más femeninos.

En Egipto, se calcula que más del 90 % de las egipcias se han sometido a la ablación genital, muy arraigada en las zonas rurales y el sur del país, aunque esa tasa ha ido descendiendo en los últimos años entre las jóvenes.

Desde 2008, a raíz de la muerte de una menor que sufrió complicaciones tras someterse a la mutilación genital, esa práctica se castiga con penas de hasta dos años de cárcel y algo más de 600 euros en el país.

La Sociedad egipcia de Ginecología ya ha dado la voz de alarma ante la posibilidad de que se levante la prohibición de la ablación. Entre sus motivos de preocupación están los últimos debates parlamentarios en los que algunos diputados ultraconservadores defendían la ablación.

EFE