El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo este martes que los chavistas son los "judíos del Siglo XXI", al denunciar una "escalada fascista" contra partidarios y familiares de funcionarios gubernamentales.
"Somos los nuevos judíos del Siglo XXI (...). No llevamos la estrella de David amarilla, llevamos el corazón rojo de ganas de luchar y pelear por la dignidad humana y vamos a derrotar a los nazis del Siglo XXI", dijo Maduro, en un consejo de ministros transmitido por la televisora estatal VTV.
El mandatario se refirió así a protestas, denominadas "escraches", que han ocurrido en las últimas semanas contra funcionarios y exfuncionarios del chavismo, y sus familiares, que viven o trabajan en el exterior.
Los "escraches" han aumentado en medio de una ola de protestas opositoras que, desde que inició el 1 de abril, ha dejado 42 muertos en hechos de violencia de los que gobierno y oposición se responsabilizan mutuamente.
El gobernante socialista comisionó a su canciller, Delcy Rodríguez, para encabezar "una cruzada (...) nacional e internacional, de lucha contra el odio fascista".
Maduro acusó de nuevo a la oposición de hacer "terrorismo" como parte de un plan para darle un golpe de Estado que -asegura- es orquestado por el gobierno de Estados Unidos.
El mandatario señaló a Julio Borges, presidente del Parlamento -único poder controlado por la oposición-, de promover ese "complot".
Hace una semana, Borges viajó a Estados Unidos y, según Maduro, "sostuvo reuniones con los más altos representantes encargados del aparato militar" de ese país. "No fue a hablar de paz, democracia, respeto a Venezuela", expresó.
La oposición, en tanto, acusa al gobierno de instaurar una "dictadura" y a los militares y policías de una "salvaje represión".
La oposición anuncia que continuará sus protestas en exigencia de elecciones generales y en rechazo a una Asamblea Constituyente convocada por el presidente.
Para el miércoles, la dirigencia opositora convocó a concentraciones nocturnas, con luces, una iniciativa, que según Maduro, juega con una "simbología fascista".
"La violencia callejera se ha convertido en su único camino sin retorno", añadió el jefe de Estado.
La crisis venezolana ha encendido alertas en la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU la debatirá el miércoles a petición de Washington, según dijeron fuentes diplomáticas.