El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se puso a disposición de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y que está conformado solo por chavistas que se ocuparán de refundar el Estado y tendrá facultades casi ilimitadas.
"Vengo a reconocer sus poderes plenipotenciarios soberanos, originarios, y magnos para regir los destinos de la República, (...) como jefe de Estado me subordino a los poderes constituyentes de esta Asamblea Nacional Constituyente", dijo el jefe de Estado en una sesión especial celebrada en el Palacio Federal Legislativo.
Con este paso Maduro formalizó, frente a los más de 500 asambleístas electos, que queda subordinado a las decisiones del cuerpo plenipotenciario, rechazado por la oposición venezolana y no reconocido por buena parte de la comunidad internacional.
Ya hace una semana la Constituyente había anunciado que todos los poderes, incluso el Ejecutivo, quedaban subordinados al poder de esta Cámara electa el pasado 30 de julio en unos controvertidos comicios a los que la oposición se negó a participar por el desequilibrio de las bases de la elección.
El único precedente que tiene este proceso en Venezuela, fue en 1999 cuando el fallecido mandatario Hugo Chávez, convocó a la primera elección constituyente del país, a quienes, una vez electos, el líder socialista puso su cargo a la orden.
Una de las primeras decisiones de la ANC ha sido extender su periodo de funcionamiento a dos años, pese a que fueron electos para la mitad de ese tiempo, sin embargo desde que este cuerpo es proclamado sus decisiones son incontestables.
La ANC tiene la facultad para destituir y nombrar a cualquier autoridad del Estado venezolano, dictar y reformar leyes, e implementar decisiones sin necesidad de pasar por ningún otro poder, como lo hizo con la polémica destitución de la exfiscal general Luisa Ortega, tras un breve periodo de confrontación con Maduro. (EFE)