Foto: AFP
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(Agencia AFP). El Consejo de Seguridad de la extendió este viernes la ayuda humanitaria transfronteriza para la población siria vigente desde 2014, pero impuso un drástico recorte al programa, que funcionará por seis meses únicamente por dos puntos fronterizos con Turquía.

Después de múltiples concesiones de los países occidentales desde finales de diciembre, se adoptó una resolución de Alemania y Bélgica a este efecto por once votos a favor y la abstención de cuatro países: Rusia, China, Estados Unidos y el Reino Unido.

La autorización internacional transfronteriza que permite una ayuda humanitaria esencial para millones de sirios, renovada hasta ahora anualmente por la ONU con cuatro puntos fronterizos, expiraba la noche del viernes.

Horas antes, los occidentales presentaron una enmienda de último momento para preservar este mecanismo aceptando las condiciones de Rusia.

Bélgica y Francia deploraron "la reducción del alcance" de la autorización transfronteriza. "Once millones de sirios necesitan asistencia humanitaria", dijo Marc Pectseen de Buytswerve, el embajador belga ante las Naciones Unidas.

La ayuda es especialmente vital para casi tres millones de sirios en la región de Idlib (noroeste), donde los combates y los bombardeos se han redoblado en las últimas semanas.

La resolución adoptada extiende la autorización transfronteriza hasta el 10 de julio. Elimina, como preveía el texto enmendado, los puntos de cruce ubicados en las fronteras con Jordania (en Al-Ramtha, sin usar durante mucho tiempo) y con Irak, en Al Yarubiyah, a través de los cuales transitó una importante ayuda médica en beneficio de 1,3 millones habitantes del noreste de Siria.

Ante la insistencia de Alemania y Bélgica, también se solicitó un informe al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, antes del fin de febrero sobre las posibilidades de encontrar alternativas al abandono del punto de cruce de Al Yarubiyah.

Doble veto en diciembre

El 20 de diciembre, Rusia, apoyada por China, interpuso un veto (el número 14 desde el inicio del conflicto sirio, en 2011) a una propuesta de Alemania, Bélgica y Kuwait que prolongaba las asistencia por un año y establecía tres puntos de paso, dos en la frontera con Turquía y uno en la de Irak.

Estados Unidos calificó entonces de "vergonzoso" ese veto y el secretario de Estado, Mike Pompeo, acusó a Rusia y a China de tener "sangre en las manos".

Según un diplomático occidental que pidió conservar el anonimato, Washington operó con torpeza: pidió primero cinco puntos de pasaje de la ayuda, para luego bajar a tres, y calculó que Rusia nunca recurriría a un veto.

Mientras afirmaba querer extender la ayuda transfronteriza en el norte del país, Rusia había propuesto en diciembre a sus socios una resolución que preveía una extensión de más de seis meses a través de los dos puntos de cruce en Turquía. Esta fue la aceptada este viernes.

En ese momento, este texto no había obtenido los nueve votos de los 15 necesarios para su adopción; Estados Unidos, Reino Unido y Francia habían votado notablemente en contra.

“Respuesta inadecuada”

Con la reducción drástica de la autorización transfronteriza, Rusia quiere que se reconozca que Damasco retomó el control del territorio sirio después de un año. Moscú considera que la autorización transfronteriza es "un ataque a la soberanía", dijo un diplomático occidental bajo condición de anonimato.

Para la embajadora británica ante la ONU, Karen Pierce, la decisión del Consejo de Seguridad del viernes no está a la altura del desafío.

"Es una respuesta inadecuada para el pueblo sirio. Y no es lo que pidió" el Departamento de Asuntos Humanitarios de la ONU, que exigió el mantenimiento del punto fronterizo con Irak y un año de extensión para un mejor planeamiento, dijo Pierce a los medios.

En un comunicado difundido el viernes, Amnistía Internacional destacó, como antes otras ONG, la importancia de la ayuda humanitaria internacional para la población de la región de Idlib, dominada por grupos yihadistas y rebeldes.

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