Una de las decisiones históricas más importantes para nuestro país tendrá lugar el próximo 27 de enero del 2014, fecha en la que la Corte Internacional de Justicia de La Haya (CIJ) emitirá su veredicto con respecto al diferendo de límites marítimos que el Perú le planteó a Chile con el fin de hacer prevalecer sus derechos sobre el mar de Grau.

Este proceso se inició hace seis años, el 16 de enero del 2008, cuando el Perú decidió llevar a Chile ante el tribunal holandés debido a que diversas embarcaciones sureñas navegaban y pescaban en el mar peruano alegando que la frontera marítima ya había sido establecida a través de dos acuerdos pesqueros suscritos en 1952 y 1954.

El Perú demandó que el nuevo límite se trace sobre una línea equidistante que le devolvería los 37,967 kilómetros cuadrados que hasta ahora han estado bajo la soberanía del vecino país.

A esto se sumaría el denominado "triángulo exterior", de 28,365 kilómetros cuadrados de extensión, que también le pertenecería al Perú por estar dentro de sus 200 millas marítimas. Según un comunicado de prensa de la CIJ, las delegaciones peruanas y chilenas han sido citadas para el próximo 27 de enero a las 9:00 a.m. -hora peruana- en su sede principal.

EXPECTATIVAS. Conocida la convocatoria de la CIJ, el presidente Ollanta Humala expresó su confianza en los jueces integrantes de dicho tribunal y confió en que el fallo responderá a las expectativas de "hechos incontrastables".

"Tenemos la confianza de haber cumplido los pasos previos para haber llevado de la mejor manera la demanda en lo que es la defensa del territorio peruano, y creemos que también los argumentos han sido sólidos y contundentes", expresó.

Humala Tasso no perdió la oportunidad de destacar la labor de la delegación peruana ante La Haya durante la fase oral del juicio, en diciembre del 2012. Por su parte, el excanciller José Antonio García Belaunde también confió en que el fallo será positivo para nuestro país.

Consultado sobre si el cambio en el sillón presidencial chileno traería nefastas consecuencias, García Belaunde aseguró que "yo no dudo que la presidenta Bachelet va a mantener este clima de paz y que va a seguir trabajando para que haya más integración entre ambos países". "Creo que a partir de eso (del fallo) podemos imaginar una relación con Chile sin ningún tema pendiente y con posibilidades de profundizar una relación que ya de por sí es intensa", manifestó.

En esa línea, el también coagente ante La Haya exhortó a ambos países a preparar el camino "post Haya", que incluya cooperación e integración para "enriquecer esta relación".

CHILE TRANQUILO. Las reacciones chilenas tampoco se hicieron esperar. Así, el presidente Sebastián Piñera dijo que aguarda con "tranquilidad y sin triunfalismo" el fallo.

"Hemos hecho todo lo que estaba a nuestro alcance, usando todos los argumentos de hecho y de derecho para defender la posición chilena", aseguró Piñera. Recalcó que la defensa de la soberanía nacional "no es de un gobierno, sino de todo un país", y valoró el "clima de armonía" que existe actualmente con el Perú.

En ese sentido, el canciller chileno Alfredo Moreno resaltó el compromiso que ambos países se han comprometido a respetar. "Aquí hay un compromiso de los dos países de cumplimiento del fallo.

El fallo es obligatorio y ambos países son respetuosos del derecho internacional", expresó. Curiosamente, el comunicado del tribunal fue remitido en el marco de las elecciones presidenciales chilenas, a dos días de la segunda vuelta electoral, en la que se batirán la expresidenta y actual favorita, Michelle Bachelet, y Evelyn Matthei, representante de la derecha oficialista.

Según todos los sondeos, Bachelet ganaría y asumiría el cargo el 11 de marzo del 2014. Es decir, corresponderá a su gestión la totalidad de la ejecución del fallo. Al respecto, el embajador Hugo de Zela afirmó que según los estatutos de la Corte, el cumplimiento del fallo es "inmediato y obligatorio".

En caso de no cumplir con la ejecución del fallo, añadió, Chile sería separado de todo organismo internacional y se convertiría "en un país 'paria' en el mundo, al extremo de quedarse solo en el universo de relaciones que tiene todo país".