Coleccionó tesoros a lo largo de su vida con el objetivo de venderlos luego de jubilarse y así tener una vejez tranquila. Sin embargo, Ramann Shukla, un exprofesor universitario y especialista en programación, no pudo lograr su objetivo, pues falleció en Reino Unido hace algunas semanas a los 64 años.
MIRA: Francia: Arrestan a afgano que alzaba un cuchillo de treinta centímetros en Lyon
Ramann Shukla reunió poco más de 60 mil artículos durante 20 años que acomodó en el garaje de la casa de su madre fallecida; sin embargo, acumuló tantos tesoros que tuvo que mudarse a una vivienda más grande para continuar con su hobby. Tal fue su afición que logró por llenar dos casas, un departamento alquilado, dos garajes y 24 botes de basura grandes con todos estos objetos.
Shukla mantuvo su tesoro en secreto. Ni su familia ni sus colegas estaban enterados. Vecinos cuenta que todas las semanas una camioneta del correo postal llegaba a su puerta cada semana.
Entre los artículos de la colección se hallaron cerca de 6.000 cómics sin abrir, 4.000 libros difíciles de conseguir, cámaras fotográficas, una docena de guitarras, cartas y fotos firmadas por celebridades como Elvis Presley y John F. Kennedy, equipos de radio, pistolas, joyas y carretes de cine, etc.
El tabloide británico The Sun informa que a un equipo de ocho hombres en tres camionetas le tomó 180 horas durante seis semanas para trasladar la colección al almacén de Unique Auctions en Lincoln. Además, 18 miembros de la casa de subastas Unique Auctions, con sede en Lincoln, pasaron cuatro semanas desenvolviendo los paquetes.
La colección del exprofesor acaba de ser subastada en poco más 200 mil dólares, una cifra muy inferior a la que se esperaba (más de US$6 millones), según informa el medio británico The Mirror.
Unique Auctions, empresa encargada de la subasta explica que tuvieron que dividir en partes los objetos para venderlos por lotes y esto redujo el valor final del tesoro de Shukla: en total fueron 2.000 lotes a lo largo de cuatro jornadas.
“Esta colección es increíble. Conocí al hermano del hombre en la casa y estaba tan sorprendido como yo. No tenía idea de que su hermano vivía con ello. Su casa y garaje estaban literalmente abarrotados de artículos, tanto que había pasado el último año de su vida viviendo en un hotel. No tengo idea de cómo pagó por todo y tampoco su hermano”, comentó un representante de la casa de subastas.
Ramann Shukla falleció de un ataque cardíaco fulminante, antes de poder disfrutar del dinero de la venta de los artículos que tanto esfuerzo le significaron.