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El presenta este lunes cambios en su gabinete, mientras continúan los llamados a y se espera el arribo de una misión de la ONU para verificar denuncias de violaciones a los derechos humanos en el marco del estallido social.

Dos días después de que le , Piñera debe anunciar los nombres del nuevo equipo con el que espera enfrentar el masivo despertar ciudadano, que reclama profundos cambios al modelo social chileno. Hasta el momento hay un saldo de 20 muertos y miles de heridos, la mitad de ellos por armas de fuego.

La profundidad de los cambios y el eventual giro que dé el mandatario derechista en su equipo de colaboradores podría alivianar la tensión o aumentar el descontento social, que estalló el 18 de octubre con protestas por el alza en el precio de la tarifa del metro pero que luego fue cristalizando en un masivo movimiento social.

Los cambios

El presidente de Chile removió este lunes a ocho de sus ministros, incluido su cuestionado jefe de gabinete, Andrés Chadwick, y nombró al economista liberal Ignacio Briones como ministro de Hacienda.

En medio de un fuerte estallido social, el mandatario derechista anunció la salida de ocho ministros y ratificó en sus cargos a los otros 16. Los nombramientos incluyen a Gonzalo Blumel como nuevo jefe de gabinete, quien ejercía como ministro secretario general de gobierno y era uno de los más carismáticos del gabinete.

Retorno a las actividades

Mientras Piñera ajusta los cambios, los llamados a manifestaciones se multiplican.

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) junto a otras decenas de organizaciones sociales volvieron a llamar este lunes a un "paro nacional", en tanto en redes sociales circulan llamados a reunirse el martes en el frontis del palacio presidencial y a seguir protestando en la plaza Italia, donde el viernes último se reunieron más de un millón de personas.

Este lunes los militares abandonaron las calles luego de que a medianoche dejara de regir el estado de emergencia con el que Piñera enfrentó las masivas protestas sociales y los ataques al transporte público y el comercio que se registraron sobre todo en los primeros días.

Santiago y otras ciudades enfrentan esta primera jornada tras el fin del estado de emergencia con grandes atascos en el tráfico y filas para ingresar a las estaciones del metro que volvieron a abrir sus puertas. Setenta y ocho de las estaciones capitalinas sufrieron destrozos o fueron incendias, con daños valorados por la empresa estatal en más de 300 millones de dólares.

La mayor parte de los colegios volvió también a clases, aunque algunos con jornadas parciales.

El gran comercio volvió a abrir sus puertas, aunque algunos centros comerciales -como el Costanera Center, el más grande de la ciudad- se mantenía cerrado.