530 muertos y 7800 heridos tras terremoto de 7,3 grados en Irán (VIDEO)
530 muertos y 7800 heridos tras terremoto de 7,3 grados en Irán (VIDEO)

Al menos 530 muertos y 7 800 heridos es hasta el momento el resultado del devastador seísmo de 7,3 grados de magnitud que asoló la zona oeste de Irán, según informaron de la agencia de noticias EFE y medios locales, y en donde continúan aún las tareas de rescate para intentar hallar supervivientes entre las ruinas.

El movimiento se registró a una profundidad de 25 km y a unos treinta km al suroeste de la ciudad de Halabja, en la provincia iraquí de Suleimaniya, precisó el instituto geológico de Estados Unidos (USGS).

Tuvo lugar a las 18H18 GMT (13:00, en el Perú) y también se sintió en Irán, donde se registraron al menos 61 muertos, así como en Turquía, donde según las autoridades no causó daños y víctimas.

"Hasta el momento, el terremoto en el oeste (del país) mató a 61 personas y dejó 300 heridos", indicó la agencia oficial iraní Irna. El balance oficial anterior mencionaba 30 muertos y según Irna seguirá aumentando.

En Irak, el temblor dejó seis muertos en la provincia de Suleimaniya, situada en la región del Kurdistán iraquí, según responsables.

Cuatro personas murieron y una cincuentena resultó herida en la localidad de Darbandajan, a unos 60 km al sur de la ciudad de Suleimaniya, indicó a la AFP su alcalde, Naseh Mula Hasan.

Además, "un niño y un anciano murieron y 105 personas [resultaron] heridas" en la región de Kalar, según el director del hospital de esta localidad, situada más al sur.

Por toda la provincia, los habitantes salieron a la calle durante el sismo y se registraron daños materiales, según un corresponsal de la AFP.

La sacudida alcanzó a todas las provincias de Irak, indicaron reporteros de AFP, mientras que en la capital, Bagdad, pudo sentirse durante unos 20 segundos.

Críticas por respuesta del Gobierno

Al lugar de la tragedia, la provincia occidental de Kermanshah, acudió en esta jornada el presidente iraní, Hasan Rohaní, para supervisar de cerca las labores de socorro y visitar a los heridos.

Un trabajador de la Media Luna Roja, que prefirió guardar el anonimato, explicó a Efe que "la planificación fue muy mala" y que el suministro de tiendas de campaña y otras ayudas recayó en el Ejército y en los Guardianes.

Incluso el jefe de los Servicios de Emergencia, Pir Hosein Kolivand, reconoció a la televisión estatal que "la urgencia ahora es proporcionar soluciones a los problemas de calefacción, vivienda y comida".

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