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El presidente ecuatoriano, , visitó ayer la zona de emergencia y agradeció el apoyo de los brigadistas peruanos que se han puesto de pie para ayudar a sus compatriotas. “Muchas gracias, hermanos peruanos”, nos dijo al estrechar nuestras manos.

Luego se mostró dispuesto a recibir ayuda peruana para la reconstrucción de las ciudades destruidas. “Bienvenidos sean ustedes que tienen experiencia, porque han tenido un sismo similar”, expresó en referencia al terremoto que destruyó Pisco en 2007.

Correa se quebró y derramó algunas lágrimas al ver llorar en sus brazos a hombres y mujeres de condición humilde que necesitan alimentos y un techo para pasar la noche.

"Gracias presidente, con su ayuda nos vamos a levantar", le decían. Sin embargo, otras personas se quejaban de que no les llegaban los víveres, pues los centralizan en un local de acopio y demoran en entregarlos a las carpas instaladas en los albergues, calles o carreteras.

NO NOS VAMOS. La frase que se ha popularizado en toda la provincia de Manabí es: “Nosotros no nos vamos, nosotros nos quedamos”.

Esta fue la frase que también emocionó a Correa, quien no se ha salvado de las críticas por aumentar los impuestos para la reconstrucción. “Con el  todos salimos perjudicados, y ahora que vamos a pagar más impuestos, nos pone más nerviosos”, decía la gente en Pedernales.

Por otro lado, soportando la intensa lluvia y en medio del lodo, dos jóvenes médicos peruanos demuestran de qué están hechos. Hyden Emily Carlier Aguilar (26) y Christian Muñoz Malca (23) han llegado por sus propios medios a Pedernales, la ciudad ecuatoriana más golpeada por el terremoto del pasado sábado.

Pese al largo viaje por tierra desde Lima, pasando por Tumbes, Guayaquil, Ambato y Alatacunga, se han puesto a trabajar de inmediato atendiendo a decenas de niños, mujeres y adultos mayores en el albergue instalado en el estadio del Colegio Técnico de Pedernales.

“No tenemos el apoyo de nadie, a mí me gusta ayudar y por eso he venido de tan lejos”, añade la joven, quien hace poco se ha graduado de médico cirujano.

Minutos después llega su compañero Christian, quien es de Cajamarca, y ha pedido permiso para poder dejar su trabajo en el hospital de Chota. “Recibí la llamada de un amigo ecuatoriano, quien me dijo que necesitaban médicos. Por eso estoy acá”, dice.

Hyden y Christian piensan quedarse unos siete días en Pedernales, donde la gente ha perdido todo. Ambos piden apoyo -además de alimentos y agua- en medicinas, prendas de vestir y calzados, principalmente para los niños y ancianos. Se quejan por la falta de una mejor organización en la atención de los damnificados.

RETORNO. Asimismo, tras vivir experiencias conmovedoras y con la satisfacción del deber cumplido, en la tarde de ayer arribaron al Grupo Aéreo N° 8 los bomberos USAR que participaron en las labores de rescate y auxilio de las víctimas, junto a un perrito peruano que apoyó en dichas labores.

Junto a ellos también descendieron del avión Antonov de la Marina de Guerra del Perú los primeros seis ciudadanos peruanos que retornan a Lima después de haberlo perdido todo en el hermano país del norte.

Los peruanos damnificados por el fuerte sismo en las ciudades ecuatorianas de Manta y Pedernales son Pedro Maceda Aguilar, Karina Zambrano Guerrero, Kimberly Maceda Zambrano, Joseling Delgado Chávez y Jean Patrick De Loayza Delgado. Ellos residían desde hace varios años en el Ecuador y tras el terremoto quedaron literalmente en la calle.

En tanto, la historia de Roberto Franco Luna es realmente estremecedora, pues ha sobrevivido a dos terremotos: el sismo del 15 de agosto de 2007 en Pisco y el ocurrido en Ecuador. Él fue sorprendido por la naturaleza cuando se encontraba haciendo turismo. “Tengo la suerte de retornar vivo al Perú. La experiencia que he vivido durante el terremoto en Ecuador es terriblemente superior a lo que pude experimentar en Chincha el año 2007. El daño que ha causado el terremoto en Ecuador es extremadamente superior”, aseveró.