El gobierno del presidente Humala ha decidido desaparecer el Sistema Nacional de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (SINEACE), pues ha presentado al Congreso un proyecto de ley, elaborado por el Ministerio de Educación, que únicamente considera la acreditación de la calidad de las instituciones de educación superior (institutos y universidades), así como sus carreras. Está proponiendo, para el efecto, solo la creación del Consejo Peruano de Acreditación de la Educación Superior (COPAES).

La Ley General de Educación y la ley específica de la creación del SINEACE consideran, además de la educación técnico-productiva y superior, la acreditación de la educación básica como algo importante porque tiende al aseguramiento fundamentalmente de la calidad de la formación inicial, primaria y secundaria para mejorar el nivel de los aprendizajes. Es absurdo, entonces, que se pretenda querer garantizar calidad educativa únicamente en la etapa superior del sistema educativo dejando de lado la etapa trascendente de los estudios formativos de la educación escolar, que atiende a más de 8 millones y medio de estudiantes en sus diferentes modalidades y niveles.

La nueva ley universitaria dispone la reorganización del existente sistema de evaluación de la calidad con la intencionalidad explícita de mejorarlo y fortalecerlo. No autoriza su desaparición de este organismo autónomo y técnico y, mucho menos, la desactivación de la acreditación de los colegios.

Sería bueno que se formule un texto sustitutorio para avanzar en el aseguramiento de la calidad de todo el sistema educativo peruano. El Congreso de la República tiene la palabra.