El triste y célebre profesor Pedro Castillo acabó como tenía que acabar quien apareció en la política peruana como un agitador radical y ligado a Sendero Luminoso con vocación antidemocrática, algo que se advirtió desde un inicio, pero que muchos trataron de obviar en su afán por llevar al poder a este impresentable que ayer pretendió dar un zarpazo al orden constitucional, para más tarde acabar preso.

Castillo quiso asumir poderes absolutos e intervenir hasta en el sistema de administración de justicia. Parecía que estábamos en la noche del 5 de abril de 1992. Incluso se dio el lujo de disponer de un toque de queda desde las 10 de la noche. Sería bueno que el Ministerio Público investigue y determine quiénes fueron los cómplices del vacado por incapacidad moral en su intento por convertirse en dictador, tal como sus admirados Nicolás Maduro y Daniel Ortega.

Qué dirán aquellos que hasta el final blindaron a este sujeto y hasta insistían en que Castillo no era más que un humilde profesor y campesino “víctima de una campaña racista y clasista de quienes no perdonan que un hombre del campo sea presidente del Perú”. No quisieron ver su incompetencia ni sus raterías, por lo que sería bueno recordarlos siempre e impedir que se reciclen y laven la cara con facilidad. Y todo esto, ¿ya vio la OEA quién era el golpista?

De Castillo se sabía que era un absoluto limitado hasta en los temas legales más básicos. Sin embargo, pocos imaginaron que se pegaría un disparo a los pies al dar un golpe de Estado sin contar al menos con el respaldo de sus ministros, ni siquiera de sobones célebres como Alejandro Salas, Félix Chero y César Landa. ¿Quién aconsejó a este aprendiz de tirano? ¿Aníbal Torres?, ¿Betssy Chávez?, ¿Gustavo Bobbio?, ¿Wilson Barrantes?, ¿Antauro?, ¿Bermejo?

Por fin se acabó la pesadilla de Castillo. Se fue este sujeto que con toda seguridad, tendrá que pasar varios años en la sombra. ¿Lo vieron compareciendo ante la fiscal de la Nación, Patricia Benavides? Pobre tipo. Los peruanos estamos notificados del daño que trae al país votar por aventureros, ignorantes y aspirantes a “revolucionarios” que cargados de demagogia y vocación totalitaria, llegan a engañar a los peruanos más necesitados.

TAGS RELACIONADOS