Uno

El terrorismo es uno de los grandes enemigos de este país. El terrorismo marxista-leninista-maoísta es un enemigo mortal, un Amalec que debemos exterminar políticamente. Para eso, es mejor que el Estado estrangule al terrorismo en la cuna, no cuando este ha crecido de manera incontrolable. Un Estado eficiente no permite que el terrorismo se expanda ideológicamente y no pierde el tiempo en discusiones esotéricas sobre los postulados sangrientos de un pensamiento cainita. Para eliminar al terrorismo hay que combatir sus raíces y el gobierno ha fracasado en este punto. La miseria, el resentimiento y la demagogia son los caldos de cultivo en los que Sendero esparce su semilla maligna. El humalismo ha sido incapaz de continuar la senda de crecimiento iniciada hace un cuarto de siglo y hoy es preciso que los demócratas nos organicemos para defender al país. Al terrorismo solo puede derrotarlo un Estado vigilante que utilice el Derecho .

Dos

Los colaboradores eficaces van a liquidar al nacionalismo. Además, a la comunidad jurídica tiene que preocuparle sobremanera los extraños aliados que protegen a la presidenta. La independencia es el signo distintivo del jurista y del juez. El verdadero jurista es independiente. Un jurista no es un apéndice de la política. Y solo puede ser independiente el que detenta una autoridad (auctoritas) real, manifiesta. Por eso, no sorprende que los adláteres de la presidenta sean, como siempre, los falsos valores del mundo caviar.

Tres

La muerte de Humberto Martínez Morosini enluta a todo el Perú. Descansa en paz, maestro, amigo y caballero del periodismo. ¡Necesitamos muchos como tú!