Quienes tenemos memoria sabemos que por años la caviarada y el zurderio han ganado elecciones con una sola estrategia: el antifujimorismo. Ni Toledo, ni Humala, ni PPK, Vizcarra o Castillo generaron una corriente “pro algo” sino que basaron sus triunfos en el odio. Millones de peruanos no revisaron planes de gobierno, ni equipos. Mucho menos analizaron los escenarios futuros, solo votaron con el hígado. Por eso, Salas Arenas es tan relevante en este juego porque permitió que la competencia sea reducida y una candidata tan poco competitiva como Keiko Fujimori pase a segunda vuelta para ser funcional al triunfo del candidato caviar de turno.

Me duele que muchas personas inteligentes hoy caigan en la narrativa de “Antauro versus Keiko” generada por caviares y por amigos de Keiko desesperados porque nadie les robe sus pocos puntos porcentuales. La realidad es que Fuerza Popular debería buscar otro candidato capaz de ganar y no ser funcional a sus aliados actuales: Perú Libre y Vladimir Cerrón. Es increíble que la supuesta oposición termine siendo quien le pase el balón a la izquierda para meter goles en los últimos tres periodos presidenciales.

¡Basta! Entiendo que muchos candidatos no hayan salido de Lima, pero personalmente he recorrido más de 20 provincias en dos meses y confirmo que Antauro Humala es una creación de encuestologos y opinologos. La realidad es que el pueblo exige un cambio profundo, critica duramente a la izquierda pro Castillo -Cerrón-Antauro y jamás volverá a votar por el establishment tibio y cobarde que representan los partidos en el actual Congreso. Se viene un cambio radical y real, pero las élites no entienden lo que viene. Pronto llegará a la agenda nacional un debate pro mercado, pro libertades, pro mano dura, pro Perú que dejará a decenas de candidatos eternos en off side en el 2026. El Perú no volverá a caer en la dicotomia “cualquiera contra keiko”. Merecemos mucho mas que eso.