Si a los lectores actuales les pregunto ¿cuáles son los artistas o grupos musicales de moda hoy? ¿Cuáles las figuras políticas nacionales y mundiales más descollantes? ¿Cuáles las principales formas y medios de comunicación? ¿Cuáles las tecnologías más populares? ¿Cuáles las características de la enseñanza en las escuelas? Probablemente puedan contestar esta realidad presente en pocos minutos.

Pero si les pregunto lo mismo respecto a hace 20 años lo más probable es que tengan que hacer un enorme esfuerzo de recordación, si es que logran finalmente contestar esas preguntas, exceptuando una: la de las características de la escuela, porque eso no ha cambiado mayormente.

Y si ahora les pregunto lo mismo respecto a dentro de 20 años, encontrarán que esto constituye un reto muy desafiante. Una de las razones más fuertes, es la falta de educación para pensar en tiempo futuro, es decir, preguntarse continuamente por los escenarios futuros posibles y desde allí venir al presente para actuar hoy en relación al futuro deseable que queremos promover o no deseable que queremos evitar.

Una imagen metafórica de esta visualización del futuro que puede ser útil es imaginar un futbolista como Leonel Messi cuando tiene la pelota en los pies. Por un lado, tienen que tener presente a todos los rivales que quieren marcarlo, quitarle la pelota, pero junto con eso debe tener presente el campo de juego, la ubicación de sus compañeros de equipo y los lugares en los que podrían estar en el futuro inmediato hacia el cual lanzar la pelota para que llegue a su destino.