El expremier y actual congresista Guido Bellido se encuentra metido en un serio problema que debería ser analizado de inmediato por el Congreso, pues la denuncia de que intervino en la designación de un sujeto como asesor en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, al que luego pedía pasajes aéreos para trasladar a terceros, no es poca cosa.
El legislador de Perú Libre se ha indignado y ha negado todo a través de redes sociales. Sin embargo, allí están los indicios que muestran que habría beneficiado a Daniel Abarca para luego pedirle “favores”, entre ellos un pasaje para movilizar de Lima a Jauja a Arturo Cárdenas (a) “Pinturita”, además de un departamento en Lima a través de un tercero.
El Congreso tiene que intervenir a través de su Comisión de Ética Parlamentaria y en su momento levantando el fuero congresal, a fin de que Bellido sea investigado y procesado como cualquier ciudadano por los delitos en los que habría incurrido. La función pública no permite este tipo de situaciones que, de comprobarse, serían una vergüenza adicional para el régimen del lápiz.
Nadie puede llegar al poder para desde su posición obtener beneficios personales. Acá no cabe decir que se trata de un “complot” o de una “campaña de demolición”. Willax en días pasados y luego Panorama, han mostrado indicios que deben ser investigados.
