“Un mentiroso que niega, afirma”, dice Umberto Eco en su novela histórica Baudolino. Y nos viene esta frase a la memora a propósito del contexto situacional que condimenta Betssy Chávez, la díscola y flamante titular de la PCM, junto a su negada pareja Abel Sotelo. El diario Perú 21 lo dijo con todas sus letras en la portada del 26 de noviembre: “Es mentirosa”, titular bien apuntalado por el ampay de la besuqueada y la desfachatez del presidente Castillo de nombrar como premier a una persona investigada por tráfico de influencias.

Hay una verdad químicamente pura: este gobierno se aferra compulsivamente a la negación como tabla de salvación, a pesar de que la evidencia fidedigna está sobre la mesa. La retahíla de favorecimientos laborales de Chávez a los familiares de Sotelo, aprovechando su calidad de congresista y ministra de Estado, no resistía mayor alegato, sin embargo, la doña ninguneaba al jovenzuelo bajándolo a la categoría de “paisano mío” y “cantando”, misma Tilsa Lozano, “soy soltera”. Solo le faltó acotar “…y hago lo que quiero”.

“Besos con sal” es un gran tema de Joaquín Sabina y, si bien el ósculo delator entre la premier y Abel Sotelo se dio entre azúcares y chantilly, bien podemos anexar este párrafo a su investigada historia. Y dice así: “Tus pies bailan un tango con mi pasado, tus cejas son las rejas de una prisión, tus labios son el fuego por duplicado, tu olvido es un descuido de mi pasión”.  A veces el amor es una cárcel o, simplemente, hay gente que vive en la cárcel del amor.

Lo cierto es que el profesor chotano quiere seguir en las mieles del poder a toda costa y ha colocado a la ya censurada Betssy Chávez como su fuerza de choque.