Tiempos difíciles, de tragedia, de dolor, pero también de falta de prevención y de irresponsable olvido de las autoridades. Las terribles consecuencias que ha generado la presencia del ciclón Yaku en el Perú, las inundaciones y los huaicos que han afectado a miles de familias en todo el país, se han convertido en la última semana en una realidad dolorosa que ha sido registrada por los medios de comunicación, especialmente por la televisión. Habría que ser mezquino para no resaltar la labor de los reporteros, camarógrafos y auxiliares que han llegado hasta los lugares más afectados, en muchos casos exponiendo su integridad, para dar a conocer las necesidades de los damnificados. Muchas veces, antes que los alcaldes y las autoridades del sector, allí estuvieron los periodistas recibiendo los reclamos y hasta las súplicas de quienes lo han perdido todo; lo que reafirma la misión de los medios de comunicación respecto a su labor en pro de los ciudadanos. Y además de la cobertura tradicional, hoy en tiempos de redes y plataformas, ha sido valioso e imprescindible el concurso de los ciudadanos que graban videos desde sus respectivos aplicativos compartiéndolos luego a los medios tradicionales,en una suerte de periodismo ciudadano. Las terribles imágenes de los efectos de los huaicos en Lima y el interior del país, son producto de la labor de gente de a pie que también en medio de la tragedia busca registrar la realidad palpable. Y mientras muchos comunicadores se encuentran cerrando filas para informar sobre lo que necesita la población afectada, en el otro lado de la pantalla chica se ha desatado una controversia sobre si en los programas televisivos, sus conductores o figuras visibles se ponen la camiseta de la ayuda por show o  solidaridad. Ante este cuestionado escenario, cada quien deberá responder ante su conciencia, pero sacarse al fresco y acusarse unos a otros en estos momentos no es tan relevante como la posibilidad que tienen los medios de comunicación de generar ayuda y los lideres de opinión vaya que sí tienen alcance para motivarla. En tiempos de dolor y de mucha necesidad, no se debe perder energías en situaciones que van quedar en el terreno del chisme, hoy la televisión tiene el reto de comportarse a la altura y que es encabezar una cruzada para la ayuda a miles de familias que lo han perdido todo.

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