A propósito de que el 2016 ha sido nombrado oficialmente como el “Año de la consolidación del Mar de Grau”, es propicio hacer una reflexión al respecto.

¿Cómo consolidar el Mar de Grau?

1. Es necesario sentar una postura definitiva frente a Chile. Las desavenencias con el vecino del sur tienen un arraigo histórico, al parecer inquebrantable. Desde la Guerra del Pacífico hasta la bravata por la creación del distrito La Yarada-Los Palos, los esfuerzos por zanjar el conflicto han sido en vano. Por ello el Perú debe ser categórico: la frontera está cerrada, no solamente por los tratados, sino por el último fallo de la Corte de La Haya.

2. Aunque suene trillado, tenemos la responsabilidad ciudadana de elegir congresistas dignos de ejercer el cargo. Recordemos que Miguel Grau fue diputado, y de los buenos. Es evidente que hoy en día ningún padre de la patria es héroe nacional ni mucho menos, sino todo lo contrario.

3. Debemos impedir que el Mar de Grau sea utilizado como ruta del narcotráfico. El hecho de que el Callao, el puerto más importante del Perú y uno de los principales de Sudamérica, se encuentre en estado de emergencia es un síntoma de la gravedad del problema. Resulta imperativo, entonces, resguardar las aguas, reforzar la Marina y lograr que desde afuera no nos vean como una armada disminuida.

4. Por último, estamos en la obligación de preservar el medio ambiente marino: respetar las vedas, cuidar las playas, fiscalizar la contaminación, etc. Precisamente ahora nos toca enfrentar al fenómeno El Niño, que será bravazo debido al cambio climático.

El dominio marítimo implica una gran responsabilidad. Miguel Grau, tremendo caballero, lo sabía, y sacrificó su vida en ese cometido. Ahora nos toca a nosotros continuar su labor y resguardar su mar para que el referido rótulo no sea letra muerta. Digo.