Llegamos al fin de esta inusual campaña electoral que nos dará un Congreso de año y medio de vigencia, y queda claro que la cosa no ha podido ser peor no solo por la inconsistencia de muchas propuestas, los escándalos protagonizados por algunos candidatos y los destapes que hemos conocido, sino también por la muy cuestionada actuación de las autoridades electorales, que han echado un manto de sombra a este proceso.

Estamos a tres días de las elecciones, y los votantes aún no saben si algunos de los postulantes están en carrera o no. Vemos el caso, por citar algunos casos, de Andrea Lanata y Pedro Gamio, del PPC y el Partido Morado, respectivamente, a quienes el Poder Judicial ha ordenado reincorporar a la carrera por una curul, luego de haber sido desembarcados por algunos formalismos. Sin embargo, la autoridad electoral dice que ya no se puede hacer nada.

Se supone que en una contienda de este tipo, todos deberían competir en igualdad de condiciones. Sin embargo, con sus idas y venidas, las autoridades electorales han roto este principio. Similar es el caso de Fernando Cillóniz, de Perú Patria Segura, quien estuvo fuera de competencia y ahora ha vuelto. ¿Quién le devuelve el tiempo que no hizo campaña por haber sido sacado del proceso? Acá se rompe el principio de igualdad y equidad para todos los aspirantes a congresistas.

De otro lado, el desastre de las autoridades electorales en este proceso ha quedado de manifiesto al ver cómo sacaban de carrera a gente por no haber registrado debidamente la compra-venta de un auto en los años 80 o 90, y más tarde no eran capaces de cortarles las alas a Daniel Mora, también de Partido Morado, quien desde hace varios meses tiene abierto en el Poder Judicial un proceso por agresiones a su esposa. El mundo al revés.

No solo estamos llegando al final de una campaña plagada de la apatía de la población y falta de propuestas por parte de los postulantes. También hemos sido testigos del cuestionado accionar de un sistema electoral que debe de ajustar muchísimas clavijas con miras a futuros comicios. No puede tener a los candidatos y votantes en vilo por minucias, mientras de otro lado deja que gente que ha cometido delitos siga en carrera. ¿Así queremos tener mejores autoridades?

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