El investigador neozelandés James Flynn escribió sobre su decepción respecto al grado en que la educación superior ha reducido las posibilidades de la mente, impulsando la especialización temprana en lugar de concentrarse en las bases para el conocimiento conceptual sea transferible (“How to improve Your Mind: Twenty Keys to Unlock the Modern World” by James Flynn, 2021)

Considera que las universidades en lugar de abrirle la cabeza a los estudiantes para que sean críticos, creativos, innovadores, lo que hace es cerrárselas prematuramente, convirtiéndolos en especialistas en sus áreas pero incompetentes para transferir sus capacidades mentales a otros campos. Comparó el promedio de notas de los egresados de una de las universidades top de los Estados Unidos (en maestrías desde neurociencias a lengua inglesa) con su desempeño en una prueba de pensamiento crítico. Quedó perplejo al descubrir que las correlaciones entre la prueba de pensamiento conceptual amplio y el promedio académico general GPA eran aproximadamente cero (0 sea, inexistentes). En palabras de Flynn, “los factores que dan lugar a buenas calificaciones en la universidad no incluyen la capacidad crítica de ningún significado amplio”.

Flynn concluyó que no hay señales de que cualquier departamento intente desarrollar algo más que una competencia crítica limitada. Para confrontarlos creó el curso “hablando tonterías” centrado en principios generales fundamentales para comprender el mundo interdisciplinario y evaluar críticamente la fuente de información diaria. Ese curso se llenó al minuto de abrirse la inscripción.