En Florida, el gobernador republicano DeSantis ha implementado reformas educativas conservadoras confrontando el enfoque democrático vigente.
Estas medidas incluyen:
a) Ley “No Digas Gay”: Prohíbe la instrucción sobre orientación sexual e identidad de género desde el jardín de infantes hasta el tercer grado, reforzando una visión binaria de género y excluyendo la discusión sobre identidades transgénero y diversidad sexual en las escuelas.
b) Ley “Stop WOKE Act” (HB 7): Prohíbe la enseñanza de conceptos relacionados con la teoría crítica de la raza (CRT), la ideología de género y el socialismo y comunismo en las escuelas y en los programas de entrenamiento de maestros.
c) Eliminación de Programas DEI: Se ha eliminado el financiamiento para programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en las universidades públicas de Florida, asegurando que las admisiones y oportunidades académicas se basen únicamente en el rendimiento y no en consideraciones de antecedentes sociales o raciales.
d) Prohibición del Proyecto 1619: Impide el uso del Proyecto 1619 en las aulas, un programa educativo que se centra en la historia de la esclavitud y las contribuciones de los afroamericanos, considerándolo una distorsión de la historia de Estados Unidos.
e) Leyes de Derechos de los Padres: Otorgan a los padres un control significativo sobre los contenidos educativos en las escuelas de Florida, permitiendo que la educación de sus hijos se alinee con sus valores y creencias conservadoras.
Estas políticas buscan promover valores tradicionales y dar mayor control a los padres sobre el contenido educativo.