Una dimensión poco mencionada del calentamiento global tiene que ver con la disminución de la productividad incluyendo trabajadores de espacios interiores sin aire acondicionado como ocurre con la mayoría de las fábricas y almacenes.
Los trabajadores tienen que tomar más descansos, necesitan más tiempo libre, tienen más probabilidades de cometer errores y hay un mayor riesgo de lesiones.
Según el podcast del NYT del 10-08-2023 los estudios han demostrado que cuando las temperaturas alcanzan los 32 grados centígrados, la productividad de los trabajadores cae un 25%. Si supera los 38 grados, su productividad cae un 70%. En EE.UU. se estima que se pierden alrededor de 2500 millones de horas de trabajo al año debido al calor lo que equivale a $100 mil millones de pérdidas económicas. Se proyecta que se quintuplicará a mediados de siglo.
Por lo demás, las empresas deben enfrentar una rotación más alta de empleados debido a las difíciles condiciones de trabajo así como la falta de postulantes dispuestos a trabajar en ese calor extremo.
A falta de regulaciones oficiales, como es el caso de la OSHA (Occupational Safety and Health Administration) de los Estados Unidos, las empresas deben equilibrar entre perder productividad y horas de trabajo debido al calor o invertir sumas considerables en sistemas de enfriamiento.
Por analogía, la productividad académica de los estudiantes en épocas de mucho calor (especialmente en el norte del Perú) cae dramáticamente si no hay aire acondicionado en los salones, junto con una buena ventilación y mayores pausas entre clases para descansar y tomar agua.