Hans Kelsen, jurista y filósofo austríaco de origen judío, describió un orden de prelación de las normas jurídicas en su obra “Teoría pura del derecho”. En la cúspide figura la Constitución Política de los estados.
El Congreso del Perú mediante un “acuerdo de Junta de Portavoces ratificado por el Pleno” del 7 de junio del 2018, una norma en la base de la pirámide, pretende dejar de lado la vigencia de la Constitución.
Este 8 de marzo el pleno del Congreso aprobó inhabilitar por 10 años en el ejercicio de la función pública a Inés Tello y Aldo Vásquez, en su condición de miembros de la Junta Nacional de Justicia (JNJ), con los votos del bloque “fujicerronista” y aliados.
Se deja de lado la institucionalidad, para seguir con la concentración del poder en esta mayoría parlamentaria que maneja a su gusto y buen entender el Congreso.
Los votos de los congresistas Luna Gálvez y José Jerí están cuestionados porque votaron a favor de la inhabilitación a pesar de que el artículo 100° de la Constitución y el artículo 89° inciso i) del Reglamento del Congreso establecen claramente que, “la votación se hace en el pleno sin la participación de los miembros de la Comisión Permanente”. La actuación de la mayoría de la Junta de Portavoces y el pleno congresal no es sino una interpretación abusiva, ilegal e ilegítima.
El manejo arbitrario de la normatividad del Congreso sumó el uso y abuso de “reconsideraciones” para insistir en el voto por las inhabilitaciones, aunque terminaron en fracaso. La mayoría sólo pudo lograr inhabilitar, y de manera espuria, a dos integrantes de la JNJ. Esos acuerdos finales terminarían en nulos e inaplicables. Nuestro respaldo a Inés Tello y Aldo Vásquez.