Cada vez que pueden, los voceros del gobierno de Dina Boluarte, así como la propia mandataria, se llenan la boca diciendo que trabajan para hacer del Perú un país más atractivo para los inversionistas extranjeros.
Además, llaman a la población a no reclamar ni protestar porque, aducen, eso genera temor en los capitales foráneos y los hace reticentes a traer sus divisas al país.
¿Saben qué otra cosa ahuyenta la inversión extranjera? La falta de funcionarios idóneos. Un claro ejemplo es la reciente designación de Pedro Chira Fernández, cuestionado expresidente de Petroperú, como titular del directorio de Perupetro, la empresa estatal encargada de promocionar, negociar, suscribir y supervisar contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos en el país.¿Cómo es posible que el presidente de un directorio que fue cesado tras ser acusado por un extitular de Economía de este régimen de mentirle al Consejo de Ministros sea ahora premiado con el control de una entidad que tiene en cartera proyectos de inversión por más de US$4,500 millones?Aquí hay mucho que responder. Y no, a Chira Fernández no se le puede dar el beneficio de la duda, porque su gestión ya ha demostrado que su prioridad no es el interés del país, sino mantener las gollerías de Petroperú a costa del erario público.