Ayer, durante una transmisión en vivo de Canal N desde la frontera con Chile, en Tacna, se vio a tres extranjeros agredir e insultar al reportero de dicha casa televisiva, mientras que otro grupo de migrantes, la mayoría de ellos cuestionaba la actitud de estos sujetos.
Desde que la crisis migratoria en el sur del país se volvió noticia nacional e internacional, miles de personas se han expresado a favor y en contra de permitir el ingreso de los migrantes al país aduciendo diversas razones.
Pero la principal es que la mayoría percibe que, entre estas personas que pugnan por salir de Chile e ingresar al Perú para, según indican, seguir su camino hacia sus países, Venezuela principalmente, hay gente de mal vivir camuflada entre aquellos que solo quieren llegar a casa.
Separar la paja del trigo va a ser una tarea bastante difícil y se van a cometer muchos errores hasta que se encuentre una solución humanitaria que beneficie a todos los involucrados. Mientras esto llega, recordemos que la crisis no se desató por la decisión chilena de expulsar a todos los extranjeros que ingresaron a dicho país de manera irregular, sino por la debacle económica y social que ha causado el chavismo, tan defendido por la izquierda peruana, en Venezuela. Pocas son las personas que dejan su país, y todo lo que conocen porque quieren, lo hacen porque se ven obligados a hacerlo.
