El líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, hizo de las suyas y le devolvió el golpe a Bettsy Chávez, a quien con los votos de su bancada terminó censurándola del cargo de ministra de Trabajo. Era una revancha guardada por preferir el acercamiento al presidente Pedro Castillo sin su consentimiento. ¿Irá por su cuota de poder?
El puesto que deja Chávez es estratégico para los intereses sindicales, de izquierda, una chamba que seguro pedirá Perú Libre para recuperar su cuota de poder. El tema de los pactos colectivos, así como el reconocimiento de más derechos que reclaman los agremiados, entre otras solicitudes, será manejando políticamente.
El cerco de Perú Libre se había reducido con la salida del ministro de Energía y Minas, Carlos Palacios, quien saboteó la institucionalidad del país al intentar controlar Petroperú y Distriluz, dos de las empresas estatales con más presupuesto, como si fueran un experimento laboral. De esta manera, Cerrón acabó fuera del sector.
Es cierto que Perú Libre ha perdido peso en el Congreso, tras las renuncias de los maestros y otros parlamentarios disconformes con el cerronismo. Sin embargo, esta salida de Chávez le restituye, de cierta manera, el poder a Cerrón, un invitado frecuente de Palacio cada vez que las papas queman. Lo que no sabemos aún es qué otra ficha más moverá.
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