A pocos días de las elecciones regionales y municipales sería bueno dar un vistazo a la XII Encuesta Nacional sobre percepciones de la corrupción en nuestro país, elaborada por Ipsos. En este informe se da cuenta que los ciudadanos estiman que los tres principales problemas en el Perú son la delincuencia/inseguridad ciudadana (60%), corrupción (57%) y crisis política (37%). En la recta final de sus campañas, los candidatos deben comprender que si no hay propuestas concretas para solucionar estos temas seguirá la desconfianza hacia ellos y eso generará que el gran porcentaje de indecisos no se reduzca.

En algunas zonas del país, el problema de la corrupción es el asunto más preocupante. Por ejemplo, en el sur el 69% estima que esta lacra es lo que más afecta la vida de la población, mientras el 48% cree que es la falta de seguridad en las calles.

Sin embargo, lo más grave es que el 83% de peruanos cree que en los próximos 5 años aumentará la corrupción. Esto habla de la poca esperanza que hay en el país por las actuales autoridades nacionales y por las que están por venir, principalmente las que saldrán elegidas el 2 de octubre.

En medio de todo esto, el debate electoral en manos de políticos entregados a la demagogia es todo un despropósito. Lo que necesita el elector que aún no decide su voto es atacar estos problemas, mostrar compromiso y explicar en forma sencilla cómo se concretará todo lo que propone.

Muchos políticos se han valido sistemáticamente de la creencia que sus promesas - desde las más simples hasta las más complejas- pueden llegar a los votantes con una gran puesta en escena o dando buena impresión antes que dando buenas soluciones.