Sea cual sea el resultado electoral de hoy, hay sobre la mesa un tema que debemos afrontar: la posibilidad de una Asamblea Constituyente y de un cambio total de la Constitución, que no es propio de la campaña electoral que termina. Aunque para muchos nos parezca una locura, el tema ya fue puesto en agenda desde 2016 y no zanjarlo nos genera incertidumbre. Vemos que invisibilizar el tema ha generado graves consecuencias para democracias consolidadas como la de Chile.
Nuestra Constitución no es producto de la imposición de nadie, todos los peruanos eligieron un Congreso Constituyente Democrático. Este a su vez debatió y aprobó una propuesta constitucional que se sometió al voto y fue la mayoría de peruanos que aprobó el texto constitucional. Es por ello que el caso chileno debe servirnos para la reflexión ¿Puede un grupillo radical e ideologizado imponer el cambio de la Constitución a todos los peruanos?
Lamentablemente, con la actual legislación y las estrategias que utilizarán diversos grupos, eso es una posibilidad. Por ello, analizando está situación presenté el Proyecto de Ley 7793 para reformar la Ley de Participación Ciudadana y exigir mayores requisitos para un Referéndum Constitucional. Las reformas que proponemos buscan que la valla para hacer efectivo los acuerdos de la consulta, requiera la participación de no menos del 75% del padrón electoral, además que la consulta no coincida con elecciones locales, regionales, congresales o presidenciales. La ley no puede permitir que algunos grupos impongan su agenda a todo un país. Es por eso que las reformas para la defensa de la Constitución son necesarias.