De acuerdo con lo señalado por los directivos del Real Plaza, la caída del techo del patio de comidas de su centro comercial en Trujillo fue un acto de magia porque afirman que sí cumplen la ley, hacen los mantenimientos respectivos y no tenían observaciones de Defensa Civil, como señalaron en una entrevista con RPP. ¿Si es así, cómo es que ocurrió esta lamentable tragedia que, de momento, ha causado seis muertes y más de 70 heridos?

Pero no es solo la empresa. Estamos ante una suma de negligencias que han terminado en esta tragedia.

De nada sirve que el alcalde de Trujillo, Mario Reyna, de Alianza para el Progreso (APP), pida una exhaustiva investigación cuando el prevenir este tipo de tragedias es una de sus responsabilidades como autoridad local.

Hace exactamente 10 días ocurrió el colapso del puente Chancay y lo que hemos visto desde ese día es nadie ha sido responsabilizado de la tragedia que ha costado la vida de tres peruanos y ha limitado el paso a una zona que, hasta antes del accidente, era presentada como el nuevo polo de desarrollo para el país mientras sus puentes no recibían mantenimiento adecuado.

No permitamos que la tragedia de Trujillo sea igual. Hay muchos responsables y ninguno debe quedar impune.