No conozco mucho de la reforma educativa francesa, así que me limitaré a un detalle promovido por el ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer: reducir el tamaño de las clases de 1er grado a 12 alumnos, cada una con un maestro.
Me pregunto si a igualdad de número de alumnos y profesores, la fórmula 2 profesores para 24 alumnos no es mejor que la de uno para cada 12 (además del ahorro en número de salones).
Si hay un profesor por aula, todos los vínculos del profesor, alumnos y padres -para bien o para mal- quedan definidos por las capacidades, conocimientos, experiencias, habilidades, estrategias y empatías de ese único profesor. En cambio, si son dos, se multiplican por dos las opciones para los mejores vínculos de profesores con alumnos. Además, si uno de los profesores debe atender a un niño con dificultades (conducta, integración social, aprendizaje), el otro puede ocuparse de lo otro que ocurre en clase. En cambio, si hay uno solo, si este se distrae el resto pierde. Y si no atiende al necesitado, lo excluye. El profesor único favorece la clase frontal, en cambio la dupla favorece el trabajo en grupos y por proyectos diferenciados.
Por lo demás, el día que no asista el profesor -así pongan reemplazo-, en el aula de 12 alumnos no habrá continuidad del trabajo, cosa que sí ocurriría teniendo al segundo profesor presente en el aula de 24.
La tendencia más innovadora, especialmente para el trabajo en grupos y por proyectos, es la de tener grupos de alumnos más grandes con un equipo docente más grande y diverso.
En mi opinión, tiene más sentido 2 para 24 que 1 para 12.