Recordábamos el pasado sábado 18 de enero, el 490 aniversario de la fundación de Lima; capital en tiempos gloriosos del Virreinato del Perú, y actual capital de la República del Perú. El lunes 18 de enero de 1535, se produjo el acontecimiento fundamental de la fundación de Lima, sobre el valle del Rímac, con la firma del Acta de fundación de Lima. Este tesoro de la historiografía, se conserva en una de las bóvedas del Archivo Histórico de la Municipalidad de Lima. El Acta de fundación es el documento más antiguo de Lima, y es un papel de fibra de algodón y tinta vegetal. Señala un informe de UNESCO: “Esta documentación constituye una base fundamental para la investigación y compresión del devenir histórico de la ciudad de Lima, del Perú y de América. Esta es el acta de fundación de la primera ciudad capital de América del Sur”. Pizarro y sus oficiales reales fundaron en las riberas del río Rímac, la capital virreinal. El pintor Francisco González Gamarra, inmortalizó este hecho en su pintura Fundación de Lima, de 1944. El Acta de fundación de Lima, lleva las firmas de Francisco Pizarro, Alonso Riquelme, García de Salcedo y Rodrigo de Mazuelas. Es sabido que Pizarro, “niño bastardo” y “porquerizo”, no recibió educación ni aprendió nunca a leer o escribir. Fue analfabeto, como afirman sus biógrafos principales. A pesar de ello, aprendió a firmar. En el tomo III, de Tradiciones Peruanas, Ricardo Palma en su artículo “Tres cuestiones históricas sobre Pizarro”, estudia el caso de su analfabetismo. Sus deducciones y referencias eruditas, le llevan a afirmar que Pizarro no supo escribir, y que su empeño por aprender a leer resultó estéril, pero que sí aprendió a firmar.