Con aplastantes 105 votos a favor, apenas 19 en contra y cuatro tímidas abstenciones, el presidente Martín Vizcarra ha sido retirado del poder por las denuncias de corrupción que pesan en su contra, con lo que el Perú entra en una etapa que tendrá que estar marcada por el combate a la pandemia, la recuperación de la economía y el desarrollo de las elecciones generales.
Esto último es vital, como lo es también la necesidad de que se forme un gabinete de consenso y con las capacidades necesarias para hacer frente a la grave pandemia que nos sigue golpeando y que no ha dejado de cobrar decenas de vidas todos los días. Se necesita gente que trasmita confianza a los peruanos en medio de esta situación doblemente crítica.
Sería gravísimo que el nuevo equipo ministerial sea producto de algún acuerdo bajo la mesa previo a la votación por la vacancia. El Perú no está para eso. Consumada la salida del presidente Vizcarra, hace falta convocar a los mejores para que tomen las riendas del país durante los próximos ocho meses, con un impostergable proceso electoral de por medio.
El gobierno interino que entra hoy en funciones tiene que comenzar a trasmitir calma. Es lo que hace falta a nuestro país que con las elecciones del 11 de abril próximo, tendrá la gran oportunidad de voltear la dolorosa página de varias décadas marcadas por gobiernos afines a la corrupción y la ineficiencia.
