La minería ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo del Perú, proporcionando una importante fuente de ingresos y crecimiento económico. Sin embargo, es lamentable que en medio de esta gran oportunidad, en los últimos tiempos nos encontremos con personajes que de manera irresponsable e inconsciente, hacen todo lo posible por socavarla.

Por eso ha sido muy importante que ayer en Perumin el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, haya dejado en claro que el Gobierno destaca la importancia de la minería y garantiza las inversiones para el desarrollo del país. Al parecer no es solo un gesto declarativo ya que anunció medidas para agilizar los trámites en el sector minero, como la implementación de una ventanilla única digital. Sin embargo, lo que más necesitan los inversores es estabilidad y seguridad. Las contradicciones e incertidumbre solo espantan a los empresarios. No es ideal que el ministro de Energía y Minas, Oscar Vera, haya dicho que “Tía María” va y que espera un acuerdo con las comunidades, mientras Otárola haya respondido a la prensa que este proyecto minero no está en la agenda del Gobierno en este momento.

Sin un rumbo definido, la confianza de los inversores será nula. Ya es tiempo que el Gobierno tenga un concepto claro sobe este tema. Debe comprender que el crecimiento económico del Perú es esencial para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos y reducir la pobreza en el país. Y que la minería, cuando se lleva a cabo de manera responsable y sostenible, contribuye significativamente a este crecimiento. Ya es momento de dejar atrás la improvisación.