La Organización Nacional de Educación de Danza (NDEO, por sus siglas en inglés) revisó los estudios recientes sobre el impacto de la danza en el aprendizaje, incluyendo varias áreas que no fueron investigadas en estudios previos: proceso creativo, neurociencia e investigación cerebral, logros estudiantiles, dominio afectivo, desempeño estudiantil, niños en riesgo, equidad cultural y danza mundial.
El análisis de diversas bases de datos incluye tesis recientes, disertaciones y artículos dentro del índice descriptivo de investigación y literatura educativa de danza (DELRdi), el sistema de encuesta de respuesta rápida (FRSS) y los informes de los programas de artes en educación del Departamento de Educación de Estados Unidos. Con ello, proporcionaron información sobre la evidencia de cómo la educación en danza impacta la enseñanza y el aprendizaje en las primeras dos décadas del siglo XXI.
Por ejemplo, hallaron que cuando los estudiantes usan sus cuerpos mientras hacen narraciones matemáticas, dramatizando los enunciados, mejora su pensamiento matemático. Cuando usan sus manos para sacar ideas no dichas, frecuentemente son correctas; aunque no se expresen en palabras. En Física, por ejemplo, la comprensión de conceptos abstractos se logra mejor cuando los estudiantes los sienten en su cuerpo, como el equilibrio o el momento angular.
Coincidiendo con María Montessori, encuentran que el movimiento es un factor esencial en el crecimiento intelectual; ya que permite contactarse con la realidad externa que es la forma de adquirir ideas abstractas.
En suma, usen el cuerpo para estimular el aprendizaje.