Por fin el gobierno del Perú se puso los pantalones y a través de la Superintendencia de Migraciones prohibió el ingreso a nuestro suelo del expresidente boliviano Evo Morales y ocho compatriotas suyos, debido a que sin duda alguna actuaban como unos azuzadores de actos violentos contra la democracia y el estado de derecho, y hacían de promotores de la escisión del territorio peruano para la formación una alucinada “República del Sur”.

Recordemos cuando el corrupto e inepto de Pedro Castillo le abrió las puertas a Morales desde el inicio de su putrefacto régimen, y hasta le puso vehículos y seguridad oficial. Hoy este sujeto es un indeseable para el Perú, como debe ser. Ya no podrá cruzar la frontera por el altiplano para llamar a la violencia y a la división de nuestro sagrado suelo. Tendrá que irse con su absurda proclama, sus resentimientos y sus taras a otro lado.

Pero las medidas de protección que adopta el Estado en contra de estos elementos no deben limitarse a Morales y sus ocho secuaces extranjeros. El Ministerio Público tiene que actuar con mucha energía contra esos malos peruanos que han estado promoviendo el discurso de exmandatario boliviano. Hay un exgobernador de Puno y varios revoltosos de la zona sur del país que buscan la escisión del suelo peruano. Eso es delito.

El anuncio del gobierno peruano respecto a Morales se da en momentos en que la violencia en Puno ha alcanzado niveles alarmantes. En las últimas horas el director regional de salud, Ismael Cornejo-Roselló, ha confirmado que una recién nacida prematura, que era evacuada en una ambulancia a un centro de salud, murió en una carretera tomada al no poder continuar con el viaje que pudo salvarle la vida. Luego, en la tarde, se ha confirmado la muerte de al menos diez personas.

Morales y sus cómplices son en gran parte responsables de situaciones como estas, más allá de las millonarias pérdidas económicas que vienen ocasionando al Perú. Hoy están impedidos de entrar al país, pero no se van a quedar de brazos cruzados, además, reitero, hay peruanos que están a favor de su prédica antiperuana. La democracia y la legalidad no puede ser ingenuas ni lentas. Energía y rapidez es lo que se necesita siempre ante estos impresentables.

Recordemos cuando el corrupto e inepto de Pedro Castillo le abrió las puertas a Morales