Perú Libre expulsó a Dina Boluarte, a principios de año, por “falta grave” y ahora, “invita” a Pedro Castillo a renunciar a su militancia bajo la amenaza de echarlo de todos modos, a través de un proceso disciplinario interno. ¿Las razones? Haber promovido el “quebrantamiento de la unidad partidaria, fracturar la bancada congresal, promover la inscripción de dos partidos políticos paralelos dentro del seno partidario”, rematando con el estribillo de que las políticas de gobierno “no son las ofrecidas en la campaña electoral” ni se basan en el programa del partido que “llegó” al poder. ¿Por qué hacer esta audaz jugada política a poco más de 3 meses de las elecciones regionales y municipales? El partido de Cerrón deslinda calculadamente de las torpezas y corruptelas del gobierno de turno del que ha sido (¿es?) socio, para hacerse de su propio bolsón electoral en las regiones y presentarse como un partido de “oposición” que salvaría a los más pobres a través de las propuestas marxistas/comunistas que han fracasado estrepitosamente en el país de su mayor inspiración: Cuba.

Castillo se queda políticamente solo en medio de su ineptitud y falta de cuadros que puedan darle soporte técnico y productivo a lo que queda de su gestión. En este escenario, y habiendo quedado semi congelado el proceso de inhabilitación por infracción Constitucional contra Boluarte, tenemos que reflexionar mucho sobre un adelanto de elecciones de los dos poderes del Estado. El Congreso es bastante cuestionable en muchos aspectos, es cierto, pero no tiene mayoría marxista y eso significa un dique de contención contra las propuestas radicales e irracionales de “estatizar y nacionalizar” a diestra y siniestra, o de llevar al país a una aventura de cambio de Constitución, para que algunos se perpetúen en el poder desmantelando el Estado, además de los serios cuestionamientos de imparcialidad del JNE. Por ello, irnos a elecciones “dobles” en el corto tiempo, con un partido como Perú Libre, que está empeñado en llevar adelante la bandera de la constituyente, engañando a la gente del interior del país con la idea de que un cambio de Constitución será la solución a todos los males del país, es muy peligroso. Cerrón es un prontuariado de la justicia que habla como si fuera sobrino de la mismísima Madre Teresa pero que es inteligente, a diferencia de quien preside hoy el país. Emulando a William Blake: El débil en valor, es fuerte en astucia. Formar partidos políticos honestos y participar activamente en ellos, resulta de mucha urgencia hoy.