El Proyecto Educativo Nacional al 2036 tiene como objetivo central: “El reto de la ciudadanía plena”. La ciudadanía, como ya lo hemos dicho en esta misma columna, se concibe como un conjunto muy amplio de manifestaciones humanas. Hace unas semanas atrás nos referimos a la ciudadanía para la conservación de la salud.(Ojo con el cumplimiento de las prácticas de bioseguridad para prevenir el contagio del COVID 19 así estemos vacunados). Pero, además la ciudadanía considera desempeños de “seguridad en las vías” que están orientados a la prevención de accidentes de tránsito con el objetivo de proteger la integridad de la vida humana como valor supremo de la sociedad.
“La ciudadanía de seguridad en las vías terrestres” es una responsabilidad compartida del Estado y la sociedad. Para tal efecto, hay que tener en cuenta tres componentes: (i)La calidad de las vías que considera que deben estar en buenas condiciones: pistas, carreteras, paraderos, estaciones de embarque y puentes. (ii)La calidad del parque automotriz que está referida a los vehículos de transporte público y privado y a la responsabilidad de velar por el buen estado de los automóviles, motos, autobuses, camiones, camionetas y otros. Y (iii) La calidad humana que está vinculada al comportamiento de las personas cuando conducen como choferes o transitan como peatones. Esto tiene que ver con el conocimiento y respeto de las señales y normas de tránsito.
Hay una gran responsabilidad de las autoridades respectivas que no solo deben difundir y hacerlas cumplir. Es importante que no haya impunidad con las personas que no cumplen con las reglas de tránsito ¿Por qué todos los conductores usamos cinturón vehicular de seguridad? Entre otras razones, porque tememos ser sancionados.
Los desempeños ciudadanos de las personas para la seguridad en las vías dependen mucho de “la educación en los colegios, el hogar y las comunidades educadoras” .