El 28 de julio estará juramentando el nuevo presidente (a) de la república, con temas pendientes por resolver, especialmente los relacionados a la salud, la reactivación de la economía, la generación de empleo y la reducción de la pobreza.
Para comenzar a sanear la economía, deberá primero tener protegida a su población de la amenaza pandémica, no solo con la vacunación sino mejorando las capacidades sanitarias resolutivas para seguir atendiendo el alto número de casos por covid.
Eso implicaría echar más mano del fisco para el sector salud y de cómo hacer sostenible el gasto para por lo menos los cinco años de gobierno. Y es que solo con buena salud podríamos estar hablando de satisfacer otras necesidades.
Hacer gestión en salud será una tarea difícil para el próximo gobierno porque deberá contener las olas de contagios, atender los casos y diseñar una estrategia capaz de vacunar en masa a millones de peruanos cada seis meses.
Si sortea esta valla, lo que vendría sería la generación de puestos de trabajo o impedir que el desempleo siga siendo una amenaza. Para ello, los economistas deberán pensar la fórmula exacta para eludir esta crisis.