Es interesante la participación de la derecha en las próximas elecciones generales, aunque sus representantes hayan salido muy, pero muy adelantados para una contienda que, al menos hasta ahora, tendrá más de dos docenas de candidatos al sillón de Pizarro. Pero, es saludable que hayan voces con propuestas nuevas para el país. Javier González-Olaechea, quien fuera ministro de Relaciones Exteriores, se ha lanzado al ruedo para robustecer su impacto positivo ante los ciudadanos tras su intervención en la OEA por la situación política de Venezuela, luego de las últimas elecciones. Lo hace en representación del Partido Popular Cristiano (PPC). Al lado del excanciller aparecen dos pepecistas que gozan de simpatía singular en los medios de comunicación: el presidente del partido Carlos Neuhaus y el exgobernador regional iqueño Fernando Cilloniz. Carlos Añaños, el empresario de Aje, es quien cierra este cuarteto de la derecha, aunque considero le falta juventud al grupo. Al conocer la gran cantidad de partidos hábiles para postular, (casi 40 partidos y 29 en vías de inscripción, según El Comercio), es innegable que el PPC, como otros, deberán cerrar alianzas electorales. El problema de siempre es cómo se agrupan y quién lidera frente a la atomización de las líneas políticas. Antes era fácil de dilucidar qué grupos eran afines para formar coaliciones, pero ahora el pragmatismo político ha cambiado la escena. La lucha por el poder ha dejado atrás los valores. Por lo general, las segundas vueltas han tenido mucha carga visceral y no racional, es así que este panorama perturba el final de la contienda. ¿Se animarán a salir otras agrupaciones?