La frase “dictadura perfecta” fue acuñada por Mario Vargas Llosa y hacia referencia al sistema político mexicano, caracterizado por mostrarse como una democracia, pero que en realidad era una dictadura invisible para los ciudadanos. A diferencia de Cuba, donde todo el mundo identificaba una dictadura comunista, México vivió muchos años bajo el régimen del PRI en una falsa democracia. El modelo se sostenía en el control del proceso electoral especialmente en las etapas previas a las elecciones, lo cual garantizaba un espejismo electoral.

El PRI controlaba el Poder Legislativo, responsable de las leyes electorales, y buscaba modificar cuanta norma electoral pudiera para debilitar a la oposición y reducir la participación. Los candidatos opositores debían acudir a un proceso electoral bajo las reglas del oficialismo sin posibilidad de quejarse. El Instituto Nacional Electoral, lo que seria nuestro RENIEC, JNE y ONPE, también estaba involucrado. La aniquilación selectiva de candidaturas, los incumplimientos a la “neutral ley electoral” y las tachas a opositores eran el pan de cada día. Sin embargo, el PRI buscaba garantizar que exista competencia de la oposición para mantener el espejismo democrático.

Finalmente, el PRI utilizó a los medios de comunicación para atacar masivamente a la oposición, pero sobre todo para distraer a los ciudadanos frente a las denuncias electorales. Señalar a los demócratas que levantaban la voz llamándolos “golpistas” o “fascistas” era lo más normal. ¿Les parece conocida la historia? ¿Será que más países latinoamericanos viven en dictaduras perfectas y aun no abren los ojos?