Hace algunas semanas, el anuncio del regreso de un popular reality de competencia a la programación habitual de América Televisión generó críticas y comentarios adversos. Valgan verdades, los cuestionamientos no partían del tan manoseado asunto de que es un “programa que no aporta nada” o que “es un mal ejemplo para la juventud”.

La razón principal se derivaba de preguntas lógicas en tiempos de pandemia, contagio y muertes diarias: ¿Es vital que un programa de entretenimiento se emita en momentos de crisis sanitaria?, ¿es necesario mover toda una logística que incluyen conductores, técnicos y gente de producción?

Tras la polémica, sus productores finalmente anunciaron que el espacio saldría después de que las autoridades decretaran el término de la cuarentena y que evidentemente “Esto es Guerra” no retornaría tal y como lo habíamos visto antes.

Esta situación generada por uno de los programas más populares y rentables de la pantalla chica nos da pie para señalar que los canales de televisión y las productoras tienen hoy la responsabilidad de generar contenidos que no signifiquen riesgo para todos sus trabajadores. Esta debe ser su principal motivación.

Excluyendo a los noticieros, que tienen a sus reporteros en el verdadero campo de batalla y cuya emisión es imprescindible, los demás espacios televisivos, por más urgencia que tengan en reaparecer, deberán poner en una balanza si es oportuno echar a andar toda una maquinaria como si nada estuviera pasando en el país, en el mundo.

Hay quienes lo tendrán más difícil que otros: los que producen series y telenovelas. Por la exigencia del distanciamiento social, evidentemente no se podrán grabar escenas que obliguen al contacto de actores en cualquier circunstancia. Una historia sin un beso, un abrazo o un apretón de manos no se puede concebir. Así que cualquier proyecto de este tipo, por lo menos, hasta fin de año.

Igual pasa con los shows que incluyan público y muchos participantes (requisitos indispensables para su éxito): mientras la COVID-19 esté presente y amenazante, pues a esperar el momento oportuno para el retorno.

Por ahora, sigamos viendo programas con conductores e invitados desde sus casas: esta es la nueva tendencia, la mejor, la más sana, por el momento. No nos aloquemos. Ya vendrán tiempos mejores.

TAGS RELACIONADOS