Parte de las bancadas de izquierda están demostrando lo poco que les interesa el país y están centradas en su agenda al anunciar una moción de vacancia contra la presidenta Dina Boluarte. Sin embargo, es poco lo que se puede esperar de ellas, que están llenas de agitadores y gente que por lo menos tiene simpatía con grupos extremistas.

No es coincidencia que las protestas a nivel nacional se centren en cuatro ejes: la renuncia de la presidenta, el cierre del Parlamento, el adelanto de elecciones y una asamblea constituyente, los mismos que impulsan algunos sectores de la representación nacional a los que no les importó dar estabilidad y se beneficiaron de un régimen nefasto como el del golpista Pedro Castillo.

Sí, nefasto, y para muestra un botón: la ministra de Transportes, Paola Lazarte, reveló que en el 2022 solo se asfaltaron poco más de 70 kilómetros de carreteras a nivel nacional cuando en pandemia, en plena paralización, se lograron avanzar más de 1200 kilómetros de vías.

¿Qué ocurrió el año pasado? Pues que Castillo y sus secuaces, aupados por las bancadas de izquierda, saquearon esta entidad y perjudicaron a millones de peruanos que ahora, con justa razón, exigen cambios y esto es aprovechado por una gavilla de delincuentes que sigue impulsando el caos y la violencia que deriva en muertes.

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