Ayer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) levantó la emergencia internacional por la pandemia de COVID-19 que decretó el 30 de enero de 2020.

En estos poco más de tres años y tres meses, en todo el mundo, la enfermedad causó 765 millones de contagiados y siete millones de fallecidos que podrían ser 20 millones si se considera el exceso de mortalidad en ese periodo.

En el Perú, según datos de la Sala Situacional COVID-19 del Ministerio de Salud, la enfermedad causó más 220 mil muertes y más 4.5 millones de personas se contagiaron con el virus desde el inicio de la pandemia.

En nuestras retinas quedarán grabadas las imágenes de miles de personas haciendo colas y clamando por oxígeno medicinal, pugnando por una cama UCI o buscando un lugar para enterrar a sus muertos.

Ahora que ha pasado la tragedia, no debemos olvidar lo ocurrido, pues todos los peruanos hemos perdido a alguien querido por esta pandemia. Por eso debemos exigir a las autoridades que se cierren las brechas del sistema sanitario y sanción para los responsables del desastre que nos tocó padecer desde 2020.Hay muchas enseñanzas que sacar de la pandemia, la primera es que como país estamos lejos de estar preparados para cualquier situación de emergencia de cualquier tipo que ponga presión sobre nuestra infraestructura y esto tiene que cambiar.

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