Como lo hemos señalado en reiteradas ocasiones, la sostenibilidad es parte del ADN del sector pesquero porque somos conscientes que nuestro compromiso con el cuidado de los ecosistemas es el único camino que nos va a permitir garantizar que las futuras generaciones cuenten con la misma cantidad de recursos.

Así, en la actualidad, la biomasa de anchoveta bordea los 10 millones TM y es estable desde hace más de una década gracias al buen manejo de la industria, convirtiéndola en un generador de empleo directo e indirecto para alrededor de 700 mil personas; siendo, además un actor relevante en el proceso de reactivación económica del país al generar más de US$ 2,300 millones en exportaciones y un aliado en el cuidado ambiental con inversiones que superan los US$ 500 millones en los últimos años.

Este triple resultado es muy valorado por importantes instituciones nacionales e internacionales, como la FAO y el Banco Mundial, quienes destacan el liderazgo de la pesquería peruana de anchoveta en el mundo; así como por el sector financiero nacional, que ha comenzado a otorgar préstamos vinculados a la sostenibilidad al sector pesquero, como es el caso de las empresas Austral Group y TASA, en reconocimiento a su gestión ambiental, social y de gobernanza.

Y es que el sector pesquero industrial opera bajo un enfoque de pesca responsable, preservando los ecosistemas, cuidando los recursos marinos, haciendo frente al cambio climático y promoviendo acciones en beneficio de las comunidades. Ello, nos obliga a trabajar con altos estándares éticos, sociales y ambientales que son los que finalmente son evaluados no sólo por las entidades financieras, sino también por nuestros proveedores, comunidades, consumidores y las nuevas generaciones.

Por ello, al obtener una línea verde, además de asegurar inversiones a largo plazo, se ratifica la importancia que tiene en el mundo de hoy el trazar una estrategia de sostenibilidad para el futuro. El sector pesquero viene transitando en esa ruta y no hay vuelta atrás.