Si la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) fue una total estafa como solución a los huaicos e inundaciones, podríamos decir que el “Lugar de la Memoria” (LUM) es lo mismo en materia de “memoria y defensa de DD.HH.”
Este recinto, que fue cerrado temporalmente por la Municipalidad de Miraflores al incumplir normas de seguridad, iba a ser escenario de un evento organizado por Amnistía Internacional, una ONG comodina y caracterizada por su defensa selectiva de derechos humanos.
Esa es la real utilidad del LUM, donde buscan reescribir la historia igualando a nuestras gloriosas Fuerzas Armadas con los terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA. Donde no se habla de los cinco muertos en el paro agrario de Francisco Sagasti, ni los muertos en el paro de transportes contra Pedro Castillo. No hay murales educativos sino una grosera intención de convertir a la “memoria” cómo arma política de la izquierda peruana.
Es por eso que, al igual que el fracaso de la ARCC frente a los huaicos, un nuevo Gobierno, que dudo sea el de Dina Boluarte, debería intervenir el LUM en Lima, y en otras partes del país donde hay una total manipulación de la “memoria”. Lo sé de primera mano, porque en Huancayo, Vladimir Cerrón construyó su propio Museo de la Memoria para convertirlo en mausoleo terrorista, donde su padre era representado como un luchador social, cuando en realidad fue promotor del marxismo ideologia responsable de los miles de peruanos asesinados por el terrorismo. Ese es el lumpen que maneja los mal llamados “Lugares de la Memoria” en el país y deben ser reestructurados ¡ya!