Es muy saludable que la Fiscalía haya ampliado la investigación en el caso de los legisladores conocidos con el alias de “Los niños”, que no son más que parlamentarios que por un plato de lentejas, la promesa de alguna obra para sus regiones, una chambita para los amigos o un metro cuadrado de poder en el Estado, se arrodillaron ante el inepto y corrupto de Pedro Castillo para mantenerlo en Palacio de Gobierno, en perjuicio de todos los peruanos.

Antes el Ministerio Público había considerado en sus pesquisas a seis parlamentarios de Acción Popular, pero tal como informamos ayer en Correo, ahora hay 18 más bajo investigación. Ya no son solo del muy venido a menos partido de la lampa. Hay de diversas agrupaciones, incluso algunos congresistas que fueron elegidos por Perú Libre como la expremier Betssy Chávez, quien además mucho tiene que explicar ante la justicia por su participación en el golpe de Estado del 7 de diciembre pasado.

Los “niños” son investigados por los presuntos delitos de tráfico de influencias y organización criminal. En el grupo ha sido incluido el exministro de Producción, Jorge Prado. Bien por eso. Para nadie es un secreto que ese sector fue el feudo de estos tránsfugas que habrían vendido sus votos en el Congreso a cambio de colocar a su gente en diferentes direcciones, de acuerdo a sus intereses. El Estado convertido en una cachina durante año y medio.

Ante el Ministerio Público “los niños” podrán explicar esa “nueva” función que se atribuyen: la de “gestionar obras para sus regiones”, cuando en realidad los legisladores solo deben dedicarse a legislar, fiscalizar y representar. Durante las pesquisas tendrán que aclarar si tal como afirman algunos colaboradores eficaces, apoyaron la permanencia de Castillo y algunos de sus ministros en riesgo de censura a cambio de algún beneficio.

Ayer varios de los sindicados por el Ministerio Público, han salido a hablar y a decir que un poco más y no conocen a Castillo. Ahora andan muy asustados. Lamentablemente este es el nivel de la política en el Perú, en que un grupo de congresistas son acusados de venderse por unas cuantas monedas, para salvar a un impresentable como el expresidente golpista, quien quizá califique como el peor mandatario de nuestra historia. Son una vergüenza.

Los “niños” son investigados por los presuntos delitos de tráfico de influencias y organización criminal