El 3 de junio el Minedu ha emitido la RVM169-2021-ED que aprueba los lineamientos de la Educación Sexual Integral (ESI) para los alumnos de la Básica. De este modo deja sin efecto la R.D N° 0180-2008-ED, la cual ha sido pionera de la ESI en el Perú por su carácter holístico y progresivo según el desarrollo evolutivo emocional y cognitivo (por edades) de los estudiantes en la educación inicial, primaria y secundaria. Esta norma fue bien acogida y se desarrollaba sin inconvenientes porque respondía a una necesidad educativa compartida por docentes, padres de familia y diversos actores de la sociedad. Es más, consideraba tres dimensiones articuladas: biológico-reproductiva, socio-emocional-afectiva y ético-moral, las cuales se mantienen en los nuevos lineamientos de la ESI.

La nueva directiva tiene como objetivo: “Establecer orientaciones para la implementación pertinente y oportuna de la educación sexual integral en las instituciones y los programas educativos de educación básica, tanto públicas como privadas, en sus diversas modalidades, niveles, ciclos y modelos de servicios educativos, que permita la vivencia de la sexualidad de manera segura, responsable y saludable, de acuerdo con la etapa de desarrollo y madurez de las y los estudiantes”. En líneas generales está bien y otorga un espacio muy importante de intervención a las familias.

Sin embargo, desde el 2016 en que se introduce en el Currículo Nacional el enfoque transversal de “igualdad de género” (que algunos sectores consideran como “ideología de género”), se produjo una polarización entre el Minedu y colectivos de la comunidad educativa que no ha permitido el desarrollo consistente y regular de la Educación Sexual Integral en la gran mayoría de colegios.

Es momento de dar a la ESI la importancia que merece. El tratamiento de los temas debe ser en un trabajo tutorial y formativo coordinado entre “la escuela y el hogar” priorizando puntos de vista comunes.