La elección del presidente de los EE.UU. es muy diferente a la que se realiza en Perú, cuya votación es directa. Supone una etapa previa denominada Primarias y en ese marco se producen el conocido “supermartes”, como el que acaba de realizarse. Todo ello, lo voy a explicar.

En primer lugar, las primarias son las elecciones preliminares en los partidos Republicano y Demócrata en los EE.UU., donde los precandidatos de cada agrupación compiten en internas para lograr el mayor número delegados mirando la Convención Nacional de medio año en que deberá ungirse a los candidatos a la presidencia. Las primarias, entonces, como ejercicio democrático partidario abierto, pues participa la sociedad en su conjunto y de manera activa –los caucus o votaciones por asambleas ciudadanas libres y espontáneas cobran mucha vida en esta etapa eleccionaria-, son estructuralmente capitales en la política estadounidense y dado que en el partido Republicano ya es conocido que el presidente Donald Trump se presenta a la reelección, la competencia en la tienda Demócrata es la que viene generando expectativa para conocer al rival de Trump el 3 de noviembre de este año.

Ya se han producido votaciones primarias en algunos Estados; sin embargo, la del último martes 3 de marzo, el “supermartes”, ha sido clave porque a diferencia de las votaciones anteriores, hubo elección simultánea en más de 14 Estados. El tamaño del interés ha sido tan relevante como su resultado porque fue la primera ocasión en que se eligieron un número de delegados numéricamente significativo: 1357 de los 1991 que deben lograr mirando la referida Convención Nacional, prevista del 13 al 16 de julio, próximo. El reciente supermartes, entonces, va clarificando a los precandidatos empoderados dado que en California se eligieron 415 delegados y en Texas, 228. En efecto, el exvicepresidente Joe Biden, ha repuntado -ganó en 9 Estados- frenando la arremetida del senador Bernie Sanders.

Los otros precandidatos demócratas, Pete Buttigieg, Amy Klobuchar, Tom Steyer, Mike Bloomberg y Elizabeth Warren, se han desvanecido. Ese escenario es lo que produjo el supermartes. Veremos cómo siguen las primarias demócratas donde ahora ya no hay un solo favorito sino dos.

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